PREPARACIÓN
«Estos higos son el diablo». Marosa Di
Giorgio.
Ya levó tiempo suficiente la preparación.
Maduraron las peras
ciruelas y duraznos
están casi a punto de ser atacados por las
moscas.
Cuando caen sus jugos están a punto.
Ambrosía en la comisura de la cáscara
herida
entonces sí:
revolver el almíbar en una olla negra
mezclarlo con lágrimas
y ojos que caen en ese dulce abismo.
Descartar las uvas verdes -inútiles
municiones inmaduras-.
Recuerdo el ácido del aire
aquella vez que entró el murciélago
sobre la mesa comenzó a chuparme la sangre.
El rojo espeso descendía,
apabullando la madera, lo rústico del piso.
Abrir la masa con todos los dedos
atraparla, unir, unir, así era como nos
enseñaron la receta.
Caen las frutas
se siente el agua de azahar escurrirse
entre los tules blancos
huidiza como pidiendo perdón.
La ventana está abierta
la herida que dejó el murciélago sigue
intacta.
A la hora de decorar
busco los higos, blandos, violetas
los corto, “estos higos son el diablo”.
© Griselda Salamone
Muy bueno Griselda, me fue llevando desde el inicio hasta el final, como peldaños de poesía que no dejan que me distraiga. Inevitable quedar captado por sus magias.
ResponderEliminar¡Saludos! Cristian Jesús Gentile
Muchas gracias, Cristian por tu mirada a mi poema. Un abrazo, querido. Gri Salamone.
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