epífita I
quién te habrá hecho creer, querida,
que tu destino, tu fuerza
eran rastreros
eso déjalo a las espinas que buscan
el pie desnudo o la pezuña
para prenderse y hacer la fuga
en el movimiento ajeno
tuyo también es lo impropio
pero no matás, no sabés tajear
sos el fulgor
brotar y así espantar la sequía
ese tronco es tu apoyo
aquella rama el sostén del sol
orquídea trepada a mi hombro
escucho tu susurro
¿es cierto?
¿no mentís cuando hablás
sobre una brisa capaz de
empañar el olvido
de las sombras?
© Sebastián Sosa Ojeda
Hermoso!
ResponderEliminarLeonor Mauvecin
Qué bueno!!
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