EL BESO NEGADO
Quise robarte
un beso en la escalera
mecánica de un centro comercial
pero no me dejaste.
Vos pensabas
en hacer una colecta de ángeles
para ir a ver las estrellas
o en montar un concierto
en tu jardín.
Ese beso negado
amore mio
alimentó los besos que vendrían
con la fuerza que irradia
lo imposible.
© Marisa Martínez Pérsico
Irradian el beso y el poema.
ResponderEliminarUn abrazo!