Páginas

28/2/24

Poema de María Cristina Santiago

 


LA BRÚJULA DEL TIEMPO

 

Pasear por las habitaciones merodeando.

Hemos perdido la escuadra del tiempo –reconozco-

y una se mueve con el cuerpo a cuestas,

la gamuza en la mano.

Anda por rincones de la casa

observando con rictus en los ojos

los retratos en sepia

como si solamente sacudiera

el polvo de los muebles.

En realidad busca entre las fotos

la marca, huella de su nombre.

El único, olvidado. Y han transcurrido muchas

Vidas tratando de orientar la brújula.

Hay cambio de piel y son apenas

leves los recuerdos por la mañana.

Algún instante de intuición

nos revela la magia y allí

mientras se corre el velo

de pronto atrapamos la vida.

Comprendo: la gracia nos fue dada.

Es un murmullo.

Frente al retrato de papá

Reconocer que los gladiolos marchitaron

Deshojarlos uno por uno, total ¿quién necesita

ya su nombre?

Entre los infinitos puntos

de luz que filtra la persiana

se recuperó el tiempo en un instante

El misterio era ése.

Después doméstica, volver con el plumero

en mano a recorrer los cuartos

como si nada. En realidad la gracia

nos encontró in fraganti, era casi la hora

del almuerzo y ya no la esperábamos.

 

© María Cristina Santiago

3 comentarios:

  1. Muy bueno María Cristina, la brújula de los días juega y nos ubica en diferentes lugares de nostalgia y asombro. Y además, casi siempre por un momento nos encuentra in fraganti. Espléndido decir. Gracias! Alfredo Lemon desde Córdoba

    ResponderEliminar
  2. Qué duelo sutil... y qué linda la foto.
    Hermoso poema.
    Laura Moreno

    ResponderEliminar