La hora silenciosa
En la quietud,
a orillas de la hora
silenciosa,
ser de arena.
Una geometría
de pequeños cristales
abrazada por el viento.
Bajo un temporal
de pétalos
bailar
entre los aromos florecidos
y dejarse ir
en el vuelo de las garzas.
A orillas de la hora
silenciosa
junto a los lirios
y cañaverales
que alimenta el río
volver a ser
la espesura del agua.
© Mabel Sierra Karst
Tranquilo en su transcurrir, tu poema trasmite claridad, transparencia y nos permite ... volver a ser la espesura del agua. Alfredo Lemon
ResponderEliminarGracias por tu lectura
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