MANZANAS
El día crece en aluviones de manzanas.
Son tantas manzanas
manzanas rojas y brillantes
manzanas jugosas de dulces corrientes
subterráneas
para saciar una sed inagotable.
- ¿ La sed ?
- Sí, la sed.
Los días crecen con millares de manzanas
que son mordidas una y otra y otra vez,
y la respuesta cruje
y nos riegan sus jugos afrodisíacos
y cruje más.
Así me gustan las manzanas,
pero me saben
a un oficio de Penélope.
© Cecilia Glanzmann
Gracias Gustavo por compartir en esta oportunidad mi MANZANAS!
ResponderEliminarMuy bello lo que buscaste para acompañar el.poema.
Magnífico poema. Tus palabras brillan y fascinan como verdaderas manzanas que abren su apetito a la vida y a la celebración! Gracias Cecilia. Alfredo Lemon desde Córdoba
ResponderEliminarMuy bello. La relación con Penélope me deja pensando.
ResponderEliminarLaura Moreno