Poema de Reynaldo Farías
Monte
Hay un silencio que anda
tras la huella de los días
una cobija de espigas
en las manos áridas
del campesino.
En la rústica memoria del paisaje
vibran arcillas viejas
de los abuelos indios.
La piedra talla sobre los churquis
la quietud del cielo, la canción del río
la solemnidad del búho.
La tarde
se ruboriza de crepúsculo
y el monte
templo ancestral de las coincidencias
acuna el fuego de la
vida.
© Reynaldo Farías
Etiquetas: Reynaldo Farías
entrada de Gustavo Tisocco a las
18:56
5 comentarios:
Qué bellas imágenes de paisaje campesino.Graciela Barbero
...el monte ...acuna el fuego de la vida. ♥️🦋 Gracias por tu hermosa voz. ♥️🦋
Me gusta especialmente "la solemnidad del búho" y "la tarde ruborizada de crepúsculo". Bravo!
Bello
Reynaldo cuánta verdad en este Monte. Es la manifestación silenciosa de un campesino cualquiera, de todos los pueblos originarios que podemas afirmar con certeza "en el principio era la tierra!. Bravo!!
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