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Poema de Mary Coller

 


 

Lo que vive se sostiene por el hambre

No sé si puedo

aquietarme

en la existencia desnuda

sin llorar en medio de las cosas.

La templanza y el temblor en un

juego invisible

La carne herida por la sombra

habla desde la ausencia

desde un cuerpo menopáusico

anda la piel

igual

lujuriosa y latente.

Miro

las arañitas de mis piernas

el surco subterráneo

de otra sangre

una sangre menstrual que ya no tengo.

Una vez quise quemarlas

y volvieron insistiendo.

Que imprudencia la mía

casi borro mi propio territorio

 

© Mary Coller

8 comentarios:

  1. EL EROS en un intimismo con bellas imágenes, mucho mucho me agrada este poema señora Mary,
    SEBASTIÁN JORGI

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  2. Maria de los Angeles Fornero7 de enero de 2024, 20:17

    Excelente poema. Nombrando. Muy bueno

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  3. Muy bueno. Mirarse Graciela Barbero

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  4. Hermoso poema... leer las marcas del tiempo en nuestro cuerpo y entenderlas como un territorio, un lugar que habita nuestra historia...

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  5. muy buen poema, y transmite nuestro sentir menopáusico con acertadas y sentidas palabras. Gracias por compartirlo!

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