Una creación
I
levántate lázaro
y como un suspiro
verás la muerte de los otros
de los que abren la puerta de un sepulcro
de los que hieren jabalíes en la montaña
de aquellos que juntan frutos de los olivos
antes de la pascua
de los mercaderes echados de tu templo
de un cristo y de los leprosos que aquel
cristo sanó
de las meretrices blancas y negras de una
ciudad arrasada
aún de los pájaros que supieron atravesar
el fuego santo de esa ciudad
quita las vendas de tu cuerpo
y verás morir a los gusanos que nacían de
tu cuerpo
puedes extender con tus manos
los extremos de una cartografía
de tierra y arena
cuando el frío se apropie de otros
contrastes
sentado
como jerónimo
en un desierto poblado de bestias
bellas como la sal
y estarás lázaro tentado de cubrir
la piedra
con pétalos y hojas secas de un otoño
corroído
© Lucas Margarit
Maravilloso. Justo, profundo y sabio. Alfredo Lemon desde Córdoba
ResponderEliminarImpecable. Gracias, Irene.
ResponderEliminarY a pesar del otoño corroído. Y a pesar de la muerte "aún de los pájaros que supieron atravesar el fuego santo de esa ciudad", a pesar de tanto tanto y de su propia tentación "de cubrir la piedra con flores y hojas secas". A pesar de todo, Lázaro se levanta y quita las vendas de su cuerpo y extenderá con sus manos los extremos de la cartografía cuando llegue el frío y la sal que purifican. ¡Bravo, Lucas! Poblaremos el desierto nuevamente.
ResponderEliminarHermoso
ResponderEliminarMuy profundo