DESILUSION
Camina ligero
esquiva las vallas en
veredas rotas
la enoja el apuro
siente el peso
de la mirada urbana
de los que miran sin ver o por mirar.
No hay tiempo
llega tarde a la cita por trabajo
sea puntual – le pidieron.
Entró cansada
espacio enorme pero chico
para la fila interminable
de
muchachas jóvenes
expectantes bonitas.
Retocó su maquillaje
en la cámara del “celu”
Una puerta se abre una voz que llama
-¿la próxima pasante?
¿Pasante?
Es inútil esperar
¡tanto esfuerzo!
Para ser una pasante
© Gustavo M. Arredondo
Ese clima urbano de exigencia y soledad!! Bello poema!! Liliana Corredera
ResponderEliminarUn abrazo grande y presente amigo
ResponderEliminaralba