Como gotas que susurran su perenne
deseo, entre un abejeo de luces, las aguas
corren serenas. Notas de tiempo que
llenan de sentido el progreso del río.
A una orilla la huérfana duerme.
Entre la fronda, el fauno la acecha.
Entregada al sueño, ella. A la mirada de su
hermosura, él. Ajenos ambos al ocaso.
Ajenos ambos al lento irse del día.
© Antonio Tello
Hermoso poema. Su final con muy conmovedor. Abrazo a la distancia poeta. ❤️🦋
ResponderEliminarmuy bello poema, me encanto la imagen abejeo de luces. Gracias Antonio.
ResponderEliminarHay una hermosa cadencia en el poema poeta. Gracias.
ResponderEliminarGraciela, Nora, Jorge, me emocionan vuestras palabras. Gracias.
ResponderEliminarQué hermoso poema!
ResponderEliminarExcelentes imágenes
ResponderEliminarAjenos ambos al ocaso, Ajenos ambos al lento irse del día. Muy bueno, Antonio
ResponderEliminarExcelente poema, lleno de sugerencias y climas que llegan, y muy feliz para mi gusto la imagen del abejeo de luces.
ResponderEliminarGracias por compartir!
Un presente mítico que dinamiza nuestra mirada. Hermoso.
ResponderEliminarHermoso poema. Gracias por comartir. Griselda Rulfo.
ResponderEliminarComo el correr de las aguas te va llevando el poema... Hermoso!! Gracias Aura Re
ResponderEliminarMaestro y amigo querido, tu poesía te trae a la cercanía del valle que cuido por vos. Felicidades
ResponderEliminarHermoso poema y hermoso libro que lo contiene. Abrazos querido amigo
ResponderEliminarLeonor Mauvecin
Gracias a todos por estos comentarios tan generosos.
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