ALUMBRAMIENTO
Vengo de lejos... pero sé de donde
todo
lo que gozo en esta tierra
es una remembranza de pátina radiante
innegables
umbrales de dioses de agua
paisajes inmemoriales
y mañanas de maderos profundos.
La vida
en ocasiones
se manifiesta en tinta.
en escrituras sagradas
en oralidad y voces leídas.
De éste lado el atrevimiento, del otro el
misterio.
Aureolas de una existencia llagada,
La muerte tiene padre y madre
y
circunstancias.
Profundo dolor
que vaga en la realidad
donde sin sueños se sueña el mundo.
Vengo de lejos, pero sé de dónde.
Llego sensible de orígenes remotos.
Vengo de noches y días de nadie entre
multitudes
y
entre muchos despojos
las
fragancias de las vides en el ocaso.
El viento con su corazón expuesto
rompe como a un juguete las distancias
el
mar en su traslación acorta el tiempo.
El hombre…ángel o demonio necesarios
se reinventa en los rincones de la memoria.
Vengo… de lejos… pero sé de
donde…
de ancestrales úteros que me fueron templando.
© Anahí Duzevich Bezoz
Radiante tu decir profundo. Bravo Anahí. Alfredo Lemon
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