LA SIBILA
Los gatos son barrocos
me dijo la Sibila de Rodas al cruzarnos
en un callejón de ausencias y sombras
sin vacilaciones ni torpezas.
Ofrecen atisbos del amanecer
hilvanan indolentes y tenaces
en el ritmo de sus huellas ocultas
el íntimo roce felino.
La naturaleza les obedece
a cara lavada
son la conciencia más fina
la lengua del agua y el susurro del aire
el asombro del fuego y el miedo de la
tierra
donde se refugia desde siempre el espíritu.
Proceden por imágenes y músicas
por pudorosa incertidumbre ancestral.
Hazle caso me dijo mécete ampárate goza
en la soledad libre
en intuición del peligro.
Deja abierto el fluir
el estar allí y no estar.
Solo allí entonces siente
que el otro te lleva
a participar del silencio.
© Sandra Pien
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