RENDICIÓN
Tras el llanto del intruso
se te quebraron los párpados
se te incendió
el celuloide de los sueños
Fue cuando pusiste
la resignación en un balde
y
regaste lo que quedaba
Fue cuando guardaste
en los estantes del lavadero
los pinceles
los mapas
la guitarra
los libros de viaje
Entonces
Fue cuando te ataste la corbata
como el nudo de una horca
y te caíste
al infinito cielo gris
de la mañana
© Matías López
Excelente Matías!!
ResponderEliminarExcelente poema Matías!!
ResponderEliminarLeonor Mauvecin
GRACIAS, Leonor. Y gracias, Gustavo.
ResponderEliminarBuenísima también la foto. Matías López.