la poda
entrado el invierno,
fría la tierra, la corteza fría,
las ramas implorando hacia el cielo
plomizo,
el viejo calza sus guantes y prepara
la pinza de podar,
observa en el ciruelo sus extendidas ramas,
recorre el cuerpo que ha dado el tiempo
a la copa desnuda,
sus antiguos nudos, sus bifurcaciones,
adivina una geometría que subyace
oculta a nuestra vista
y comienza, corte a corte,
a volverla visible,
de cada uno de estos cortes
dice,
depende la próxima cosecha.
© Carlos Aprea
Bienvenido Carlos a éste sitio que pretende difundir a poetas contemporáneos/as. Abz, Gus.
ResponderEliminarBienvenido Carlos. Una descripción muy cierta y bien lograda. Alfredo Lemon desde Córdoba
ResponderEliminarUfff qué final. Muy buen poema. ❤️🦋
ResponderEliminarMuchas gracias Gustavo, un abrazo.
ResponderEliminarMuy lograda cada imagen. Un poema que crece al compás de la lectura. 👏🏼👏🏼
ResponderEliminarTambién yo te extiendo la bienvenida, Carlos, al blog de Gustavo. Abrazo.
ResponderEliminarLleno de imágenes bellas. Muy bueno.
ResponderEliminarBienvenido Carlos, descripción exacta.
ResponderEliminarGracias.
Ana Romano.
Margarita
ResponderEliminarHermoso!
ResponderEliminarHola Carlos, qué lindo verte por aqui.
ResponderEliminarMe gustó mucho tu poema. Es hermoso. Un abrazo!
Muy bueno Carlos. Exclente final!
ResponderEliminarVuelvo a reiterarte lo muy bueno de La poda!
ResponderEliminarHermoso poema. Muy breve y justa cada palabra y cada imagen. Nancy Montemurro
ResponderEliminarbellisimas imágenes felicitaciones
ResponderEliminarbienvenido
ResponderEliminarBienvenido Carlos! Recorrí las ramas y visualice la poda.
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