Por última vez danzo
La tarde en el borde del pétalo reinventa
los sonidos del viento,
se aletarga sobre su falda un violonchelo
gris,
queja urbana, desliza, zumbido de caracolas.
Cae un nombre.
La pólvora danza, serpiente marina, cada
noche
y él
duerme.
Caballos negros reinventan nácares sobre mi
boca,
sueño.
Escapan de mi crepúsculo gatos ambarinos
encendiendo su ausencia.
Maullidos sobre las ventanas.
Reinvento el dolor de la palabra al
enhebrar pétalos-esquirlas
y arrojarlos contra su sombra.
Danzo por última vez con el respingo
lejano
caballos negros,
pierdo mis túnicas en el borde del agua,
dejo senderos de pólvora quemada, absurdo
incienso,
cerrando el círculo.
© Nora Raquel Quiroga
Bellísimo poema Nora!!Excelentes y potentes imágenes y mejores metáforas!! muy hermoso!!
ResponderEliminarPleno de imágenes! Bravo!
ResponderEliminarPatricia Alonso.
Metáforas muy elocuentes querida amiga.
ResponderEliminarBello poema. Abrazo!
Stella Maris Soria
Gracias por la imagen Gustavo. También gracias por los amorosos comentarios. Un abrazo Nora Quiroga
ResponderEliminarBravo Norita. Excelentes imágenes que potencian la sustancia del poema. Destaco "Dejo senderos de pólvora quemada, absurdo incienso,/cerrando el círculo". Me encantó.
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