Cuando estaba conmigo
yo veía eso que no podía distinguir
por sí sola. Él me señalaba,
por ejemplo, en el costado de la vereda
una piedra. Lo demás lo inventaba yo
y volvíamos
abrazados como dos que se quieren mucho.
Cuando estaba conmigo yo tuve otro nombre
y jamás se portó mal cuando estaba conmigo.
Pero a veces se iba
y desde otra ciudad
intentaba cerrarme los ojos para que no
sufriera.
Yo sé muchas cosas. Sé que un río atraviesa
por abajo una avenida.
Sé las fechas de fundación de diez ciudades
distintas.
Pero cuando él estaba conmigo
no me importaban los ríos, ni quise saber
más que él
acerca de nada.
Todo tiene una finalidad, eso dice el
evangelio,
y por eso nuestro camino estaba cubierto
de rosas. Hablábamos sobre el viento
y de los árboles
y de edificios y de libros: cosas que yo no
sabía.
Sé que nadie me amaba como lo hizo él.
Pero a veces se iba.
© Cecilia Romana
Bienvenida Cecilia a éste sitio que pretende difundir a poetas contemporáneas/os. Abz, Gus.
ResponderEliminarBienvenida poeta. Hermoso poema de amor.
ResponderEliminarGraciela Ballesteros
Muy lindo Cecilia
ResponderEliminarEl amor y su vaivén!
ResponderEliminarBesosss
¡Ay Cecilia, qué bello y original tu decir sobre el amor, tema tan difícil! La voz poética despierta cierta empatía a ese que es abandonado "a veces se iba", y que no quiere saber más que amar, olvidándose a sí mismo.
ResponderEliminarBienvenida! Abrazo!
el desamor como una forma del amor. Abrazo Ceci
ResponderEliminarBienvenida Cecilia, me quedo pensando. Para reflexionar y volver a leer. Felicitaciones
ResponderEliminarCristian Jesús Gentile
Muy bueno, Ceci. A veces hay que dejarse hablar, hacernos de saber. Un abrazo. (Te veo en Santiago en enero).
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