Extravío
En las secuelas de la fiebre
socava un ansia de contagio nocturno,
zona donde el cuerpo reflota su delirio
con palabras minadas,
que al pronunciarse
detonan otra palabra.
El ardor de las vértebras resiste
aún después de la cura.
© Marina Coronel
Me encantó el poema Marina. Muy sutil y a la vez ese dejo de deseo. Gracias. ❤️🦋 Graciela Ballesteros
ResponderEliminarHermoso, Marina
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