Casa con palmeras
Junto a la casa vieja
con cenefas, hay dos palmeras
(y un senderito de piedras negras).
Bajo las plantas y los racimos
de flores blancas, dos niñas juegan
(al gallo ciego).
Después la madre
ofrece flores de calabaza,
semillas secas,
y las dos niñas
se van por el senderito
sin dejar huella.
© María Teresa
Andruetto
Muy bueno!!! Patricia Graziadei
ResponderEliminarMuy musical,hermoso!
ResponderEliminarSe an sin dejar huellas... hermoso
ResponderEliminarBrava!!!!!!!
ResponderEliminarAlegre, sencillo, feliz como la infancia. Marx.
ResponderEliminarTanto dice en su simpleza !!!
ResponderEliminarQué belleza, María Teresa
ResponderEliminarHermoso poema!
ResponderEliminarPatricia Alonso