VUELVES A LA INFANCIA, MADRE
Madre, tu barco en este fin de año,
llegando al deshabitado puerto,
mientras la época ruge insaciable.
Madre mía que se está yendo
por un costado de la tarde
hacia los prados melodiosos.
Vuelves a los días de la infancia,
a una esquina donde tu madre
te llama a la hora de la leche,
a tus juegos de pequeña futura madre mía
peinando mi pretérita cabeza de yeso,
acariciando las manos de loza
de la anterioridad de mis hermanos,
la piel de raso de Myriam.
Vuelves a tus triciclos desvencijados
girando hacia atrás hasta arribar
flamantes a una mañana de reyes,
a tus muñecas decapitadas
por el tiempo y sus tijeras.
Escribo en la oscuridad, a tientas,
ahora que tu ser se apaga como
una amada lámpara de carne y hueso
y el sol se recuesta tras tu espalda.
Todas las aves se congregan
junto a tu cama y un triste coro
canta arias de tierra, canciones
definitivas.
Madre mía en la hora limítrofe.
© Antonio Ramón
Gutiérrez
Bienvenido Antonio a éste sitio que pretende difundir a poetas contemporáneos/as. Abz, Gus.
ResponderEliminarAntonio Bravo!! Emotivo homenaje a tu madre, a todas las madres. Destaco: "Madre mía que se está yendo/por un costado de la tarde/hacia los prados melodiosos". Bellísima imagen. Excelente poema.
ResponderEliminarBienvenido, Antonio, a este hermoso sitio de Gustavo. Conmovedor poema a tu madre, felicitaciones!!
ResponderEliminarMuchas gracias Gustavo, por subir mi poema.
ResponderEliminarHermoso Antonio muy muy sentido!! Gracias
ResponderEliminarQué inmenso poema en un día tan especial. BIENVENIDO ANTONIO. ❤️🦋 GRACIELA BALLESTEROS
ResponderEliminarbello poema Antonio evocando el tiempo de triciclos desvencijados y canciones definitivas.....
ResponderEliminarGloria Calvo
Me gustó tu poema Antonio.
ResponderEliminarGracias.
Ana Romano.