EPISODIO
Fue al atardecer.
El ocre caminaba radiante
sobre los antojos de la vereda.
Era toda la luz;
y era todo el goteo una palabra única;
recreada, eterna, contagiosa.
Fue al atardecer
en la carpeta del otoño,
de una vez y para siempre.
De golpe,
y para nunca más hablar de eso.
Con intriga
en el vientre de las puertas,
en los bostezos de tinta
de las fotos;
en los muros estrictos
contra el sueño del álbum que duerme y que
contempla.
Fue un atardecer con aguacero.
Y cayó el antifaz
que cegaba las burlas y el verano.
© Teresa Palazzo Conti
Belleza espléndida en este poema. Gracias Teresa. Alfredo Lemon
ResponderEliminarGracias por leerme. Teresa
EliminarMe encanta! Gracias poeta! Abrazos litorales.
ResponderEliminarQue la poesía sea luz. Teresa
EliminarMuy bueno Teresa. Felicitaciones. Tambien me agrada escribir
ResponderEliminarAdquieres un perfume vallejiano en este poema.
ResponderEliminarUn abrazo, Teresa!
Hermoso poema cargado de símbolos y mezclas casi oniricas. Me encantó Teresa
ResponderEliminar