Estoy aquí, esta que soy,
una sobreviviente, apenas.
Mi corazón, latiendo.
Mis palabras, todavía en el aire.
Puedo medir mi tiempo por décadas
que es casi como ir contando
dinero en billetes grandes.
Queda en una mano el vuelto,
los días de agonía,
pedazos míos desparramados
entre tantos ausentes.
En el otro puño aprieto
lo que no es medible:
gente a la que amo
la música que elijo
y la poesía.
Con ella intento seguir
burlando a la muerte.
© Margarita Presas
Precioso Margarita, contenta de leerte en el Blog. Besos.
ResponderEliminarMaria Gabriela Micolaucich
Muchas gracias, Gabriela.
ResponderEliminarUn texto que duele… comparto con vos, nombre, experiencia y dolor, Margarita
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