o de cuando
se amontonaron las avispas
a la hora de la siesta
y llovías púrpura
sábanas rayadas en techo de cinc
madreselva en el muro de mis vértebras
avispas
en tu brazo y el mío
panal de aullidos
en siestas cortadas de verano
alarma
helados que cantaban en carritos
adormecían canteros de gasanias florecidas
y tus avispas y las mías
hacían agujeros en lo que quedó de nosotros
esos
que nunca escondimos
patio panal pueblo
colmado de avispas
que conocíamos desde cunas de barro
en tu nido y el mío
panal palabra panal
hasta que el olvido busque otras venas para
jugar a la siesta.
© Ignacio Villanueva
Bienvenido Ignacio a éste sitio que pretende difundir a poetas contemporáneos/as. Abz, Gus.
ResponderEliminarAbsolutamente emocionado pot tu gentileza de invitarme a formar parte de este blog. Agradecido y honrado. Muchas gracias querido Gustavo. Abrazo fuerte desde San Nicolás. Bs As.
ResponderEliminarHermoso poema, me encantaron sus imágenes. Gracias por compartir. Un abrazo Nora
ResponderEliminarPrecioso poema, Ignacio, de imágenes muy potentes, de delicada textura. ¡Felicitaciones!
ResponderEliminarBienvenido Ignacio! Alfredo Lemon desde Córdoba
ResponderEliminarBienvenido Ignacio, buen poema y muy fuertes las imágenes.
ResponderEliminarAbrazo.
Ana Romano.
Bienvenido Ignacio! Qué buenas imágenes! bello poema
ResponderEliminargracias
norma starke
bienvenido Ignacio. Un placer leerte.
ResponderEliminarsaludos
claudia tejeda
Bienvenido Ignacio! Muy buen poema. Gracias por tu palabra!! Abrazos litorales.
ResponderEliminarMuy buen poema, con estructura variada y ritmo compacto.
ResponderEliminarBienvenido! Hermoso poema!
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