Los cristales siguen
clavados
no hay forma de extirparlos
vacío de alas
un devenir
con cadenas
prisionero de aura
de atardeceres con olor
a mar.
Soy una carrera contra
un viento huracanado
lanzo un abecedario
de palabras incordiadas
palpito rostros
de dolor
levantarlos
mi tarea constante.
No se pueden saborear
los días
cansa la espera
se calcina la voz
no es hora de vivir
no es hora de vivir.
© Cecilia Carballo
Precioso, bravo poeta!
ResponderEliminarFuertísimo, Cecilia! Felicitaciones! Abrazo!
ResponderEliminarFelicitaciones 👏 Cecilia, un estruendo bello y poético.
ResponderEliminarCristian Jesús Gentile
Gracias por los comentarios!!
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