Desde otra orilla
Lo que pierdes, mientras tienes, es la sola
compañía
que te allega, a la orilla lejana de la
muerte.
Diana Bellessi, He construido otro jardín
Desde otra orilla se percibe,
o al menos parece, eso que
algunos llaman halo de plenitud.
La otra orilla no es África
ni la India, es por aquí nomás,
otra tierra adonde la balsa llega
a través de un río ancho
al rescate de las víctimas
de una guerra de espejismos.
Desde otra orilla se intenta el olvido,
separarse de toda sensación de
impotencia, dejando a sus espaldas
la tierra profunda llena de promesas,
pasturas renacientes, horizontes
inacabados,
ciudades verticales a los saltos de
noticias.
¿Por qué retirarse como quien
huye de un destino fatal?
¿acaso la distancia es una fórmula
que evita la corrosión del carácter?
Desde otro ángulo, la escena
es evocación de un plan ambicioso,
teorías de genios empapelados
lucha contra gigantes de hule,
por encontrarse en tierra ajena,
para que otras caras les devuelvan
en pocos instantes una parte de sí mismos.
Desde allá tienen presente, algo se filtra,
a pesar de sus cuestiones cartesianas,
aquí la calle nos agrupa, nos mantiene
entusiastas, con la premisa repetida
que nadie abandone el círculo de fuego
que nadie viva con el néctar apagado.
Aquí y allá, entre dos tierras
Desde otra orilla, sin recuperarse,
extrañados,
confiando en la distancia, en otra gente
para
ser parte de algo. Se asombran
de los que seguimos bajo las farolas
logramos que el miedo se aleje un poco,
eso los deja sin decires, sin escapatoria
ante la imponencia de la vuelta,
se hace evidente, en cada cruce
los que se fueron bajan la mirada,
suben a la balsa, cruzan el charco
e inician el regreso a casa.
Se convencen apenas respiran
el aire sin perfume de los peligros
habituales. Se convencen cuando
pisan el jardín espinado de siempre,
reconocen las pérdidas como defensa
contra la muerte a causa del olvido.
© Fernando Gabriel Caniza
Muy muy bueno, gracias Fernando, Irene.
ResponderEliminar