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15/7/23

Poema de Analía Rita Giordanino

 


Quinteros

 

Estaba lloviendo pero fuimos igual

el r12 navega la avenida en salticado

todos los autos salpican piedritas

los paseantes no se enojan

andan felices de sábado.

 

La calle se nubla, pica el agua

no se encuentra sitio para la poblada.

Al r12 hay que amarrarlo bajo un árbol

y lamentar no haber traído botas.

 

El galpón pintado promedia la manzana

entra y sale gente con bolsas desbordadas

la lluvia se nos pega entre la ropa.

Adentro el agua suena cortita

sobre los techos claveteados.

 

Las personas y las cosas se entreveran

entre los surcos de los puesteros.

Están desordenados pero invocan

arcoiris, banderines, fruta puesta

en montones de triángulos amigos.

 

Los que atienden son jóvenes

y tienen las manos gastadas.

Todos parecen parientes.

Los que compramos

nos vamos de boca

ay qué hermoso! ay qué barato!

Haber sabido antes

que las quintas no están lejos

y los surcos no son hendiduras

que sólo máquinas tocan.

 

Ésta es mi lista de compras:

berenjenas panzonas

primas gordas de las peras

remolachas con sus hojas

de venas rojas como garras

pimientos de dos colores

limones puntiagudos

gengibre raíz

para picantear fragante

un queso amarillo

que me pone loca.

 

No puedo más de encendida.

Nos quedamos esperando a la tía

bajo el agua afuera que nos moja.

La calle se llama Alfonsina Storni .

Pienso en frutillas y en Coronda

en la poeta en medio del campo

cuando estudiaba para maestra.

Recaló un tiempo ahí en pensiones

y se fue con panza a Buenos Aires.

 

En el interior todo es posible.

Las cosas arman su revuelo

no se anticipa la felicidad

y pulsan en silencio

igual que los sembrados.

 

© Analía Rita Giordanino

3 comentarios:

  1. Original, me gustó, para leer y re leer, gracias, Irene.

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  2. Maria de los Ángeles Fornero18 de julio de 2023, 21:00

    Me encantó. Tan cotidiano, tan divagante, una lluvia de poesía

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  3. Un poema que se destaca.
    Gracias por compartir.
    Ana Romano

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