El
Espeleólogo
Como
un espeleólogo que desciende a mi ombligo
Llegas a Cuzco
Hay piedra y adobe
Señales rupestres
La Vírgenes
Más
veloces que las águilas
Galopan atentas en el trono de los Incas
Te zambulles como el domador de caballos
Recorres amapolas
Calles empedradas
La Venecia sin máscaras
Odiseo funda Lisboa
Con un casco invisible dejas harinas y miel
en el bosque
El centinela huye de la ciudad que lo
fatiga
Una moneda cae en el aire
Almas muertas preparan el verano
No trates de atraparme
Sigue la ruta de los volcanes
Hay códices y manuscritos
Petroglifos
Curvas peligrosas
Algunas quebradas
Agua
Lodo y totora
Uxmal tres veces edificada
Corta el Ecuador a través de sus planos
Baja a la Ciudad Templo de puertos y
fronteras
A la Metrópolis de la selva
De viejos barrios pantanos y lagunas
Allí la Niña se hace ver en tus ojos
El espeleólogo se detiene
Apoyado en la rama de algarrobo que agita
el manantial
Desde las cavernas
Las Brujas nocturnas lo llamaban dando
voces cautivas
En el agua
La Encantada peinaba sus cabellos
Ondulando sus hombros
Un viento del oeste la sostuvo
Por arenas y cascadas
El deseo acomodó su cuerpo
© Adelina Lo Bue S.
Esplendente en sus imágenes y sentires Adelina. "El centinela huye de la ciudad que lo fatiga/ Una moneda cae en el aire..." Gracias, Alfredo Lemon
ResponderEliminarMuy hermoso Adelina, muy hermoso. Gracias, Irene.
ResponderEliminarMuy bueno! Pleno de imagenes y sensaciones: el amor, el deseo, el cuerpo. Abrazo, Inés Legarreta.
ResponderEliminarSiempre distinguido tu decir!!! Cariños!!
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