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28/6/23

Pola Gómez Codina comparte a Trenzadora/Rojas Delgado/Villalba Rojas

 


Aku Oh Haku!*

Dice: "soy calentona, pero no enamoradiza".

Y le han contestado: "ah re paragua"

Miro un folleto que promete:

"Ambiente climatizado, paraguayita aku" (por caliente).

 

"La patrona te ama, tanto como el patroncito te desea", pienso,

pero ambos no pagan lo suficiente.

Enamoradiza no; no enamoradiza.

¿Calentona? Puede ser.

 

Pero no se hagan la ilusión:

no me hago cargo del gentilicio como parche erótico.

 

Anuncio:

por la lengua lo mejor pasa

sin todas estas huidizas palabras:

 

anina nde tarova, pido,

anina nde tarova gua'u, exijo

(busquen la traducción).

 

*¡Caliente Oh Caliente!

 

Dolo Trenzadora

 


Nuestros tatuajes

Piernas, brazos y espaldas

los lugares favoritos

para quedarse la tinta.

Caídas de la infancia

un fémur roto alguna vez

picaduras de mosquitos;

otras marcas punzantes cotidianas.

Agua oxigenada, curitas y algodón,

el ABC de una curación sencilla.

Accidentes de trabajo

un hombro lastimado

golpes de puño;

cortaduras culinarias cotidianas.

Ni qué decir de las marcas del alma.

Tatuajes y puñaladas en la espalda

que bombean directo al corazón.

Todo un cuerpo para escribir

esas otras historias

casi tan invisibles pero no:

van tatuadas con tinta tóxica

que deja cicatrices profundas.

 

Daniel Rojas Delgado

 


Ñorairõhápe [En la batalla]

 

vine a buscarte niño

tu cabeza si la imaginaste inundada en sal

ya no se ahogará

ni vas a ver partida la línea de la vida

dibujada a cepillo

destrozada a llanto

 

/hoy mi mano hinchada

quebrada anudada

lava tu frente sola

nde resáicha

omimbiva’erã

lo que quede de nosotros

cuando traces tu corazón en el mapa

 

/mi piel era un sonido en tu barbilla

si la imaginaste inundada de sal pero 

te decía:

pensaste la distancia

que sella franja la espalda

nuestro sudor tu beso

 

viste / remaña orerehe

que nos encorvábamos a la sombra

yatay kuarahy’ãme de las palmas ariscas

toda púas y espinales

que recorrer

para topar tus ojos al fin

brotados del monte

ka’aguy yvapu’ãicha

o alguna estrella que revienta

cuando nos hiere el sendero

 

pensaste la distancia

que tengo tendrás

de la luz hasta el habla madre

la palabra alma origen semilla

su vientre mi mano y la fragancia 

el zumo de la voz

 

/pensaste la tierra sangre colorada

la distancia yvyra kanguekue, palmo de los árboles en garra

escrita la vida en la mano

ese otro monte azul nictibio

los hombres el mundo espeso

que nos espera o no

la patria el aliento

el aliento seco que me queda

que me espera

que te salve

 

Rodrigo Villalba Rojas

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