Carlos Vitale comparte a Picorel/Ordoñez/Cassino

 

EDUCAR UN SUEÑO

 

Mi corazón cuenta tus blancos nudos

esta manía de vivir en la extrañeza

en la orilla canina de la calma

en este paisaje de piedra adulterado con vino

en la sinceridad de la cebolla con este plato sin raíces

en la certeza de saberse más real entre carneros

entre la piel abusada de sí misma.

Observo a tus potros de pupila lenta educar el sueño

tus brazos descreídos del defecto

la piedra en permanente fuga de ciertas estatuas que atesoras

la forma en que engañas al insecto

tu mano de llevar flores

prensil y turbia

tu Babilonia más vasta

el perro descolorido que siempre te acompaña.

 

Mónica Picorel

 

OFRENDA AL ENEMIGO

 

En mi muro no hay apartes

las rendijas por las que se cuela el aire

las peino con ese silencio mío

evitando que el murmullo lo penetre

 

A estas alturas de mi vida

ando por caminos con la firmeza de un junco

tratando de dar acomodo al enemigo

buscando una sombra que le brinde

el abrigo necesario

para contener sus temblores y derrotas

 

Ya la palabra no basta

se achica el amor y en ese muro mío

solo las ramas del árbol de tronco torcido

ceden sus hojas al aire que se posa

en los párpados cerrados

aguardando que la arruga sea piadosa

que la tarde del domingo se acomode

que el plato y el vaso se sostengan.

 

Montse Ordoñez 

 

LA ERÓTICA DE LA NATURALEZA

                        

¿puede un árbol tejer sueños de amantes?

sus hojas  perfuman

como el deseo

y bailan enloquecidas

como los cuerpos

su savia alimenta

como los besos

 

entonces

preguntó ella

¿es más amor besarte entre los almendros en flor?

¿es más deseo cabalgarnos entre los pinares de la playa?

¿acaso el origen de la vida no se acurruca en los viñedos?

 

ancestros

sombra protectora

tierra prometida

 

a eso huelen

a eso saben

como tu piel y mi piel

empapadas en taninos

cuando amanece el misterio del encuentro

como el cuerpo

el aroma

y el color

de un vino madurado.

 

Luz Cassino