Adelina Lo Bue S. comparte a Rodon/Fermani/Enright

 

Cada cuarto de hora

descuelga un pétalo

y lo agita entre sus manos.

No hay peligro de que se extinga.

Crece de adentro hacia afuera

como algunas rosas.

Ella es la más mala

entre las buenas.

Me mira bailar sobre una cuerda.

Me mira con el cuerpo.

La luna llena

las copas de los árboles

y los días pasan todos juntos.

—Los trapecistas tienen el alma en equilibrio.

—Los trapecistas nunca se caen de sus sueños.

Estaba a la orilla de sus ojos.

Cayó.

Se vio caer.

Cuervos enormes la miraban

sin parpadear.

Pero sabía que era un sueño.

El rey de corazones me desnuda.

Me pone bocas lentamente.

Me besa solloza me abre.

Ocurre entre el alma

y la sombra del alma.

Nunca sé si venzo o soy vencida.

    —Los ojos son los mayordomos del alma.

         —Los ojos son los barman de la noche.

 

Patricia Rodon

 

LA ESQUINA DEL CIELO

 

 Contemplo las vastas praderas siderales,

la infinita oscuridad del universo

con sus astros y galaxias lejanas,

la eternidad perjura y la mínima presencia

de mi pequeña, mediocre soledad

siempre bajo esta atmósfera muda,

en un mundo tan ajeno como las

estrellas.

 

Y regreso a aquella esquina abandonada,

el viejo caserón de ladrillos, sus

postigones deshojados,

y el portal que hirió la injuria del olvido.

Allí,alguna vez, una siesta-la luz

quemaba las baldosas antiguas y los zócalos-

te tuve entre los brazos, a vos y a tu juventud

arrogante, delicada, sin palabras. 

 

El caserón sigue en pie, cerrado , hueco,

escondiendo todo lo que no se dijo

y quedó enrejado en tu nombre,

que  ya no será tuyo, quizá, sino del tiempo

de esta vana costumbre de mirar el cielo.

 

Daniel Fermani

 

Oleadas de piedras

 

se abren a la sombra del

Aconcagua

 

bogamos 

 

atravesamos

reflejos del Tupungato

parques naturales anaranjados

el Talampaya en su esplendor

 

pasos inolvidables

grafismos en rayuela

petroglifos

 

increíble escenografía

bestiario de rocas esculpidas

 

Chantal Enright