la madre sólo pide pan y corona
pero la niña
trae colores bárbaros bajo el brazo
a la casa blanca de alcurnia
-
qué desorden! -
no puede asimilar ese revoltijo este color
verbal y profana la pequeña cabalga
por las estancias del internado
corralito blanco que la madre teje y teje
con apellidos o atajos
mientras se demora cada semana en la visita
y alimenta el miedo que la hija carga
la niña se yergue aún así
sobre los pies amordazados
sobre el dolor expulsado de la madre
celosamente oculto en el doble fondo
de la valija siempre lista antes de partir
más tarde
mucho después
con la voz alzada
contará la historia de mil y una maneras
escribirá con precisión otras madres un destino abierto
con los rasgos revueltos por el hambre
© María Mascheroni
Como siempre, hermosa poesía fuerte la de María M. Ub abrazo
ResponderEliminarFuertísimo, muy hondo! Felicitaciones! Abrazo!
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