Cultivo hongos alucinógenos
en las macetas del balcón
y los riego con el sudor
de mis amores. Huelen
a lavanda y azufre.
Su superficie es tersa
como la extensión de un salar
y en cada bocado de la carne
magra, blanquecina, láctea:
un nirvana y un abismo.
© Andrea Marone
Me encantó. Abrazo
ResponderEliminarGenial esos 🍄y los amores 👏👏
ResponderEliminarFlash cósmico! Se siente así! Estupendo! Alfredo Lemon
ResponderEliminarBelleza! Mariel
ResponderEliminar