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10/4/23

Poema de Néstor Fenoglio

 


La noche liberó ya sus húmedos

caballos oscuros

y yo voy de espaldas,

sin ritmo,

sin detención ni excusas,

en pedazos.

¿Por qué no terminar ahora

cuando todo es fácil,

cuando ni siquiera tu nombre

me toca

pues reino poderoso y solo

lejos de toda humana presencia?

Muero soberano.

Y los golpes de oscuridad

que vienen desde el fondo

no hallarán resistencia:

soy éste que se marcha,

aire en medio del aire,

apenas sonido

en los sonidos de la noche.

¿Por qué no ceder, entonces,

ahora,

entre dos pausas de luz,

los ojos fríos del silencio

cubriendo mi cara

como una mortaja hecha

con voces antiguas,

antiguas voces que también

me contienen

y pronuncian mi nombre

 

© Néstor Fenoglio

5 comentarios:

  1. Nos deja sin palabras.MB. Gina E.

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  2. "como una mortaja hecha de voces antiguas"... amé esa imagen

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  3. Qué hermosas imágenes nos deja este poema. Fuerte!

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  4. Poema que veo como antídoto ante el dolor, remedio que libera a través de las palabras.
    Saludos
    Juany Rojas

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