Abrigo
El cuerpo regordete de los gorriones
es el frío.
Ellos buscan calor en la tierra,
se frotan,
y mientras se despulgan
la fricción los sustenta
en esta porción del día,
del año
donde los rayos del sol se debilitan.
Los contemplo.
Intuyo que poseen noción de abrigo
desde el mismísimo primer momento
en la vida.
Y cuando el sol se va,
el calor es cuerpo a cuerpo
ya dentro del nido.
El cuerpo se desinfla
y junto a otros
se hace uno.
Cada vez que miro al patio
abro un libro.
© Cintia Eleonora Ceballos
Hola Gus!!! Muchísimas gracias!!! No me había dado cuenta de esta publicación. Muchas gracias por generosidad y dedicación. Abrazo enorme 💜💜💜
ResponderEliminarUna maravilla hecha poema, muchas gracias!!
ResponderEliminarMuchas gracias, Silvina!!! Abrazo enorme 💜
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