Madre
En su día,
(que también es el mío)
mi madre me regaló
un pequeño cactus verde
lleno de hijos.
¿La maternidad no es también
una planta llena de espinas
que sabe dar una flores inauditas
y maravillosas?
Mi madre
(al igual que la Echinopsis Oxygona)
cree en la vida
por sobre todas las cosas.
Y declara su amor con una planta
que a pleno sol
materna
y transforma en ternura
toda la sequía del desierto.
© Verónica Ruscio
Oh Verónica que bonito poema.. admiro que la naturaleza pueda decirte tanto y transformarlo en poema.. muy bellas imágenes. Gracias por que me hiciste meter bajo el sol y volví a maternar.
ResponderEliminarGraciela Ballesteros
Descuella ese final. Gina E.
ResponderEliminar¡Oh, qué lindo mensaje, Graciela! Gracias por leerme y por dejar palabras tan amorosas. Te agradezco de corazón.
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