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4/3/23

Poema de Sebastián Sosa Ojeda

 


antes de la hora del gallo

dije la renuncia

furia   peste de los días

 

asenté la virgencita

alumbrada por siete velas

siete rezos encima

de la mesa   la pena

hecha quiste

 

le hablé con esperanza del recién ungido

su voz de huérfano

quién se quedó con la porción de fe

que me sería dada

 

no fue demasiado

romper las clavículas

para que se acomode el hombro

al madero

no me abracé a nadie

porque nadie vino hasta mí

y yo no pude buscarlos

mientras el derrumbe

el piojo   el hambre

hacían estragos en mi cuerpo

 

hablá   madrecita de los cardos

es terrible el peso de un grito

el horror   el corazón entre las manos

como un gorrión lastimado

por la pedrea

 

© Sebastián Sosa Ojeda

2 comentarios:

  1. Como una plegaria de luz tu poema Sebastián y la justa ilustración de Gustavo. Gracias! Alfredo Lemon

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