Le pregunto a la nieve de qué cosa se
compone la tibieza
-esta nieve no existe,
es una hermosa muerta que florece en el
tiempo.
La nieve me responde que hay un pájaro:
hay un pájaro y cae por su peso.
Salgo entonces en busca del verano,
a su brocal de fuego y a su pozo
y al fondo de su pozo les entrego esta piedra.
Clara como una ofrenda que es a cambio de
nada,
oscura bajo el filo del día.
© Raquel Jaduszliwer
Muchas gracias, Gustavo!!!
ResponderEliminarMaravilla tu poema . Abrazos Raquel
ResponderEliminarHermoso poema Raquel. Alfredo Lemon
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