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27/3/23

Poema de Myriam Arcerito

 


Una  parábola del viento

llega

con el sonido tibio de la lluvia.

Se  oculta en los mosaicos /

 en las fotos

(que a veces parecen tener vida).

 

A los hombres de mi familia

que ya no están

los veo a menudo.

 

En la sonrisa de mis hijos

encuentro los ojos de mi viejo /

en mis hombros, los mismos lunares.

En la imagen de mi hogar, su esfuerzo.

En  el rostro de mis sobrinos

también veo

la mirada de mi hermano.

Esa es la trascendencia / pienso /

donde el olvido no tiene espacio

en los genes que se prolongan.

 

Ellos /

los hombres de mi familia /

tuvieron y tienen

la virtud de decir

sin siquiera pronunciar palabras.

 

Todos ellos dicen con los ojos.

Los de mi padre y los de mi hermano

germinan lágrimas

como arpón en la memoria

y solo ahí vencen, cada vez

la muerte

               que de tan maldita

                                      los ha dejado solos.

 

© Myriam Arcerito

2 comentarios:

  1. Muy bueno Myriam. "la muerte que de tan maldita los ha dejado solos". Final de aplauso. Alfredo Lemon

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