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18/3/23

Poema de Martín Raninqueo

 


La atmósfera se cumbia

el domingo a las tres de la tarde

y se respira el aliento del río,

marihuana, cerveza y carbón.

En el camping suenan los Visconti:

Y no es que me arrepienta

de haberte amado tanto.

En los Dunas, el reguetón bombea

en el camino serpenteado

y uno siente perderse

en un juncal infinito

salpicado por casas de chapas

sobre pilotes donde amarran

botes desalmados

y perros que ladran

a nuestro paso.

 

© Martín Raninqueo

4 comentarios:

  1. Me llevó directo a aquellos médanos de mi infancia, cuando Las Grutas era desconocido para el mundo... y era hermoso.

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  2. Lo que se observa afuera y también un paisaje interior.
    Abrazo, Martín,
    Catalina Boccardo

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  3. Qué bueno encontrar esa singularidad en tu poesía. Un abrazo

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