muchas estaciones pasaron antes del
crepúsculo
hasta que los palos se secaron y cayeron
exhaustos
en los bebederos vacíos
los animales ahora abrevan las zanjas
oscuras y el cielo
y ella ya no busca entre los atados de
cartas amor
ni entre los hombres
guarda para su costumbre
una distancia igual a la del brazo que la
aparta al proteger
clava la mirada en la imagen del camino que
la espera
-madre y padre cada uno a una vera del exilio-
© María Mascheroni
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