Poema de Leonor Mauvecin
En este insistente intento de nombrarlas.
los poetas escriben
frágiles, y dispersos en la hoja de esos libros
que vuelven
que me atrapan en su jaula sedosa
en sus hojas amarillas.
Voces que zumban en oídos nocturnos.
Amapolas de sueños donde se pule la noche.
Ellos hablan, sus voces están escritas
son letras que bailan, danzan una canción antigua
sobre la blanca página, sobre el reloj sin tiempo
sobre un Heráclito que fluye y moja
con su serpiente de agua.
Serpiente que trepa
por las ramas del árbol sagrado
me seduce al oído, y me da la manzana:
El sabor no está en la manzana
ni en la boca que la muerde -dice Berkeley
El sabor
El sabor está en el contacto entre ambas
Y ese contacto me salva.
© Leonor Mauvecin
Etiquetas: Leonor Mauvecin
8 comentarios:
tu estirpe poética. me encantó. susana zazzetti
Leerte siempre impacta de algún modo, muy buen poema.
Gladis Domínguez
Y ESA SERPIENTE DE TUS LETRAS, que envenenan
dulcemente el alma poètica.
Saludos.
Anahì Duzevich Bezoz
Muy bueno. Excelente final.
Gratificante leerte Leo!!!
Leerte siempre me hace sentirte cerquita!!! Carriños!!
Gracias queridas amigas
Leonor Mauvecin
excelente querida Leonor!!!
maria del mar
Publicar un comentario
Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]
<< Inicio