Conversábamos
En voz baja
sentados en
la pileta de lona
llamaba la cerveza golpeando
ligeramente el agua con la punta
de sus dedos la soltaba y
ella iba sola
flotando lento hacia el otro
extremo con esa sabiduría
que tienen las cosas que no sirven
un bicho azul casi muerto pasó flotando
lo seguí con la mirada y
decidí mentirle de repente
el agua se rompió
dos lados de la pileta
se abrieron como
esas decisiones que
alguien toma para
siempre
el medio líquido adquiere
formas secretas nunca
se derrama.
© Fernando Casado
Muy bueno, me gustó
ResponderEliminarHacer poesía de lo cotidiano. G.E.
ResponderEliminarMuy bueno.
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