Éramos muchos para irnos todos.
Salvamos solo a los más pequeños.
Niños
Hoy recibo a quienes se van.
Les sonrío y mi sonrisa
es una dulce meretriz.
Nadie le hace caso.
Su silencio blanco extiende el mantel.
¿Cuándo, dónde?
¿Por qué necesitamos tanto de eso
que
no entendemos?
Viven aún, sin contraseña,
las preguntas que no nos hicieron.
La mitad de nosotros se llena de la otra
mitad.
Son los vasos comunicantes del temor al
adiós.
Nuestro corazón es un tetra pack
sirviendo el vino barato de la melancolía.
—Niños, vengan, vamos a abrazar árboles.
¿Qué otra cosa hacer?
Pero… ¡cómo les asusta!
Cómo les asusta…
este consuelo.
© Blanca Lema
me encanto, pleno de imágenes.
ResponderEliminarSaludos.
Anahì Duzevich Bezoz
2nuestro corazón es un tetra pack / sirviendo el vino barato de la melancolía"...excelente imagen.
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