FRUTOS
Esos frutos que mirabas
con tanta devoción
pendiendo frágiles
o fuertes de las ramas,
parecían cuerpos celestes
contra la bóveda del cielo, y a ellos
pensabas llegar de un salto
o en viaje por los aires.
Esos frutos,
simples frutos al alcance
de todas las necesidades.
La obcecación
la cólera hizo
que, al sacudir tanto,
tanto, el árbol
cayeran todos los frutos.
Ya no queda con que paliar
la sed
el hambre, sólo
esos dibujos tristes
a los que uno se hace adepto
en la tierra yerma, o esperar
a que llegue el otoño
para justificar las pérdidas.
© Patricio Emilio
Torne
Potente poema Patricio. Alfredo Lemon desde Córdoba
ResponderEliminarQué fuerte.
ResponderEliminarGladis Domínguez (Correntina)
de mucha interioridad tu poema. muy bello9. susana zazzetti.
ResponderEliminarMuy interesante tu poema. Gran metáfora!
ResponderEliminarBesosss
Felicitaciones Patricio por este poema tan logrado. De principio a fin despliega fuerza y sentido.
ResponderEliminarCristian Jesús Gentile