ESCARPELO
I
Para acertar la veta de amanecer y noche
buscando voy
un resplandor divino, iridiscente.
Sin paz. Sin armonía,
buceando
el bosque subterráneo
que arquitectos de la pena solaparon.
En este pozo abierto de tiniebla,
palmo a palmo, cual una cacería,
buscando voy
el esmeril reflejo adiamantado.
Sumergido en la penumbra
araño y desnutro los terrones,
para encontrar el intersticio,
el ojal de la piedra que me lleve,
iluminado,
hasta la escama bellísima de cuarzo.
© Marita
Rodríguez-Cazaux
Muchas gracias Gus. Siempre es un honor participar de este hermoso blog.
ResponderEliminarexcelente Marita!!! final de lujo...
ResponderEliminarmaria del mar
un abrazo grande y presente
ResponderEliminar¡Muy bueno!
ResponderEliminarGloria Calvo
Hermoso Marita!
ResponderEliminarBueno! Gracias 🌹
ResponderEliminar"El ojal de la piedra que me lleve
ResponderEliminariluminado
hasta la escena bellísima de cuarzo"
Un final sublime para este hermoso poema de búsqueda, de buceo en las profundidades del ser.
¡Bravo María!
Muy bello, Marita! Felicitaciones! Beso!
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