Hoy
no voy hablar
de la lluvia
espada y bendición.
Hoy voy hablar de las nubes.
Las miro pasar
envueltas en lo alto
por el viento frío
cambiándose de ropas.
Tienen una muerte segura
bajo el capricho
a veces abrasivo
del sol.
Las miro pasar
no deben morirse
sin ser miradas.
Y aquí estoy otra vez
bajo las nubes
preguntándome
¿Cuántas veces hay que morir
para
vivir?
© Graciela Ballesteros
Gracias Gustavo. Son tan lindas estas sorpresas.. volver a leerme y recordar el lugar y el origen de este poema. Abrazo desde mi alma.
ResponderEliminarBello poema, esas nubes "no deben morirse / sin ser miradas", la pregunta final que cierra / abre.
ResponderEliminarGracias Graciela
norma starke
Gracias Norma por tu lectura.. y tu aporte. ❤️🦋
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ResponderEliminar"Las miro pasar
no deben morirse
sin ser miradas."
y qué pregunta al final, Graciela!
muy buen poema, gracias
un abrazo
Claudia
Gracias Claudia. Un honor para mi tu mirada. ❤️🦋
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