Poema de Vilma Sastre
A mi tierra fría y sus tornados
y así
desde la puerta de mi habitación
con vista al bosque de abedules
(já, más quisiera yo)
apenas álamos y nada menos
toda madera
¡no!
el bosque no
la puerta en cuyo rellano me encuentro
yo sola (bah)
con mi entera presencia y ese movimiento
que no cesa
el de los álamos arqueando sus crestas
insinuando el quiebre pero
jamás
ni en el peor de los tornados
que los hay
muchos aquí
fijate que he visto hasta molinos
retorciendo sus aspas
y todos muy quietitos entumecidos
(nosotros)
entre cuatro paredes de cemento (única sala)
porque el adobe se despanzurra a su antojo
y no hay
con qué darle
la abuela reza rodete en alto y el tío dele
escupir en el piso de tierra
¡quiero que termine ya!
(ni trenza ni moño que aguante)
y en un santiamén cesaron los truenos
rayos centellas obuses y hasta el ladrido
de Cacique
que traspasó la pared
(vi su hocico cementado)
y como si nada moviendo la cola
bate
las alas el ave
previo al deceso en plano vertical
en esta planicie
llanura
llano rellano
de esta sala ahora vacía
© Vilma Sastre
Etiquetas: Vilma Sastre
3 comentarios:
Fuerte, la lectura nos lleva al momento exacto de cada verso. Nostalgia.
Maria Gabriela Micolaucich
Interesantísimo jugar/ disparar del lenguaje en tu logrado y tan bien expresado poema. Gracias Vilma. Alfredo Lemon
Recuerdos, infancia, olores a campo y nostalgia en tu poema, Vilma. besote.
gloria calvo.
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