Poema de Marina Centeno

  

QUERIDO AMOR NO TAN MÍO 

 

Percibo el aroma de las flores

aquellas que colocas al florero

cada que se acerca el onomástico

y se impregnan de historia las paredes

connota el canto de los pájaros

para hacerme creer que es primavera

y que el sol revienta en las cortinas

perfectamente azules y volátiles

 

También -con algunos problemas-

se llena el ambiente de poesía

congratula el ritmo del soneto

la visión antigua de la décima

acercándose al acontecimiento

de la esfera y matiz que nos delata

como una sustancia venidera

de consistencia íntima y gozosa

que gotea sobre nuestros cuerpos

 

De nuevo coloco algunos títulos

y el tiempo cae sobre del tablero

al meter a Tolstói junto a Cortázar

Quién diría vivirían juntos

entre polvo y suaves telarañas

sosteniendo debate de ego-ciclos

en el doblez de las páginas roídas

a causa del pulsar y los enigmas

 

Al traspatio le sobran agujeros

donde pongo la voz del abandono

a crecer en el tul de la nostalgia

levitando la niebla entre las ramas

donde arrullan los nidos consecuentes

a colgar su esplendor en cada hoja

desde el plácido sueño del sigilo

hasta el torpe candor que entre las rosas

desplaza su amarga sigiloide

 

© Marina Centeno