que no haya ni una gota de Alzheimer
en mi sangre
que nada muerda mi razón
porque entonces
no tendré más talismanes
para emerger
con la sangre invicta
después de las tormentas
que no haya ni una gota de Alzheimer
en mi sangre
que no me tiemble la memoria
ni deambule en la ciudad
chorreando pena
como un pan
ensopado en el tazón de la locura
que nunca sea más terrible vivir
que implorarle compasión
a los pies resecos de la muerte
© Daniel Ruiz Rubini
Excelente poema. Me encantó. Te mando un abrazo. Dirbi Maggio
ResponderEliminarFelicitaciones!! Muy buen poema !! Abrazo . Beatriz Schaefer Peña
ResponderEliminarBella invocación. Te felicito. Silvia Durruty
ResponderEliminarExcelente poema! Felicitaciones!
ResponderEliminarPatricia Alonso.