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9/1/23

Poema de Blanca Lema

  


El exilio me había convertido en una mosquita muerta. 

 

Espía 

 

La muerte se fue a dormir,

está soñando conmigo.

 

Soy su espía.

Puedo ver dentro de su árbol.

 

Puedo ver las preguntas que cuelgan de sus ramas

llegando a su cama.

 

—¿Comes? ¿Respiras?

 

La muerte quiere el abismo después de un beso.

La duda no retornable

sobre el derecho a vivir.

 

Camino por sus sábanas llevando el misil de mi dolor.

 

Me prometo ser una reina de belleza.

Diría la verdad.

Diría que quiero la paz mundial.

 

Pero yo, la soñada por la muerte,

seré otra vez…

 

El ángel que no reconoceré.

 

© Blanca Lema

1 comentario:

  1. Creo que oníricamente sucede eso que tan justo mencionas y poetizas en tu texto. Gracias Blanca, Alfredo Lemon

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